Tocar, oír, sentir, ver… desde el mundo del niño.
Los niños, los adultos, estamos llenos de emociones… las emociones se tienen en cuenta para todo, en todos los aspectos de la vida.
Mucho es lo que se esta hablando de Inteligencia Emocional en estos tiempos, pero,
¿Qué es la inteligencia emocional?
El trabajo de Daniel Goleman, sobre la teoría de la inteligencia emocional abrió en los años 90 un importante enfoque sobre el tema. Se define como” la capacidad de controlar los sentimientos y emociones, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestros pensamientos y nuestras acciones.
Esta teoría describe las cualidades emocionales que parecen tener importancia para el éxito: la empatía, la expresión y comprensión de sentimientos, el control del genio, la independencia, la capacidad de adaptación, la simpatía, la capacidad de resolver problemas en forma interpersonal, la persistencia, la cordialidad, la amabilidad y el respeto.
La inteligencia emocional en el Jardín y en la escuela.
Goleman, 1995, ha llamado a esta educación de las emociones ALFABETIZACION EMOCIONAL (también escolarización emocional), y según el autor, lo que se pretende con ésta es enseñar a los alumnos a modular su emocionalidad desarrollando su Inteligencia Emocional.
El niño debe contar con siete factores importantes:
Confianza en si mismo y en sus capacidades
Curiosidad por descubrir
Intencionalidad, ligado a la sensación de sentirse capaz y eficaz.
Aucontrol.
Relación con el grupo de iguales
Capacidad de comunicar
Cooperar con los demás.
¿Cómo desplegamos la inteligencia emocional en los niños?
Lo primeros que debemos conocer es como es el desarrollo emocional del niño en los primeros años, para saber así qué habilidades necesitan estimularse según cada etapa .El desarrollo evolutivo de la afectividad, se presenta de esta manera:
El recién nacido siente malestar o quietud .Llora o ríe. Su mundo es de necesidades, afectos y acciones, el primer trato con la realidad es afectivo.
Hacia los 18 meses ya se han conectado las estructuras corticales con las profundas del cerebro, lo que permite la aparición de una afectividad inteligente.
Hacia el primer año, la seguridad del afecto de la madre es lo que permite al niño apartarse, explorar, dominar los miedos y los problemas, una correcta educación proporciona la seguridad y el apoyo afectivo necesarios para sus nuevos encuentros.
El desarrollo de la inteligencia esta muy ligado a la educación de los sentimientos, sentirse seguro es sentirse querido. Las experiencias infantiles impregnadas de afecto pasan a formar parte de la personalidad a través de la memoria, aprende a andar y hablar y su mundo se expande.
Hacia los dos años entran en su mundo las miradas ajena, disfrutan al ser mirados con cariño. a partir de ahora cobra gran fuerza educativa la satisfacción ante el elogio o ante las muestras de aprobación de aquellos a quien el aprecia.
Hacia los siete-ocho años nos convertimos en actores y jueces: reflexión y liberta. Y aparecen el orgullo y la vergüenza aunque no haya público.
Hacia los diez años pueden integrar sentimientos opuestos. Empieza a darse cuenta de que los sentimientos deben controlarse.
Estrategias para estimular la Inteligencia Emocional en los niños
Dar nombre a los sentimientos: ser capaces de nombrar emociones como la rabia o la tristeza, les ayuda a reconocer esas emociones cuando las sienten. Y saber qué es lo que sienten les puede ayudar a sobrellevar ese sentimiento. Enseñarle a los niños a reconocer emociones (alegría, tristeza, ira, miedo) a través de cuentos, tarjetas con dibujos, etc.
Relacionar gestos con sentimientos: es importante que los niños aprendan a identificar emociones en otras personas, de esta manera desarrollaran la empatia. Hacer gestos de sorpresa, tristeza, enojo, alegría, temor…conversar con ellos acerca de las emociones que podrían estar sintiendo los personajes de un cuento.
Orientarlos: una vez que los niños sepan reconocer sus emociones, darles normas básicas para enfrentarse a ellas. explicar que cosas se pueden hacer y cuales no. Enseñarles a relajarse cuando se sientan nerviosos o disgustados, animarlos a respirar hondo mientras cuentan hasta tres y a expulsar despacio el aire o bien proponerles cerrar los ojos y tensar los músculos, contar hasta seis y relajarse.
Actuar con empatia: en los niños mas pequeños es recomendable reconocer sentimientos en ellos mismos y en los demás, comenzar con las actividades de “Dar nombre a los sentimientos” y “Relacionar gestos con sentimientos”. También pueden hacerse juegos de imitar los gestos del compañero, estas actividades permiten “ponerse en el lugar del otro”
Alabar lo positivo: cuando se enfrenten bien a las emociones, o muestren preocupación por los demás
Enseñarles con el ejemplo: esta es la mejor manera para que los niños entiendan como expresar adecuadamente las emociones, sin causar daño.
Desarrollo de actividades de estimulación emocional y objetivos.
Estas actividades están previstas para llevar a cabo con niños entre el primer trimestre de vida, hasta los 4 años aproximadamente. Están pensadas a modo de sugerencias, cada docente podrá ampliarlas, enriquecerlas o adaptarlas a sus grupos.
También podrán ser compartidas con los padres en posibles encuentros o reuniones que se desarrollan a lo largo del año.
ACTIVIDADES, OBJETIVOS, RECURSOS...
Baile del vals
Desarrollar el contacto físico y asociar los movimientos con el sonido de la música. CD de vals
Poner música o tararearla. Cargar al bebe uniendo su mejilla contra la suya. Seguir el ritmo de la música, dando de vez en cuando giros y movimientos rápidos.
El juego del espejo
Promover la risa y el conocimiento del cuerpo Un espejo grande en el piso
Siente al niño, una sus mejillas a las suyas, y mírese al espejo.
Tape con su mano los ojos del bebé, manteniendo sus dedos ligeramente entre abiertos para que el pueda mirar el espejo.
Pregunte dónde esta el niño. Responda usted mismo con vos de sorpresa! Allá esta!
Haga muecas de diferente tipo, reflejadas en el espejo para que el niño las imite. Abra su boca manténgala así por unos segundos hasta que el la imite, lance besos volados, chasque los labios…
Haga muecas de distintos estados de animo: tristeza, alegría, rabia, miedo., invitarlo a que las imite.
¡Ahora me toca a mí!
Desarrollar la capacidad de esperar el turno y el juego social Una caja de cartón en la que el niño pueda meterse.
Pedir a un niño que se introduzca en la caja y a otro que la ayude a empujar.
Motivar, a partir del niño que realiza la acción de empujar, para que pida el turno y sugerirles para que cambien sus roles.
Siempre te querré
Desarrollar la identidad personal
Recomiendo los cuentos: ¿Me quieres mama? De Bárbara M. Joosse o Siempre te querré, de Debi Glior. Cuentos cargados de afectividad.
Narrar o leer los cuentos. Representar luego usando muñecos.
Aprendo palabras cariñosas
Se aprecie a si mismo y a quienes le rodean, aprendiendo diferentes palabras que expresan amor y afecto.
Fotografía familiares, recortes de revistas, láminas, tijeras. Elaborar tarjetas con fotografías familiares o recortes de revista que expresen cariño. También se puede acompañar la actividad con títeres o muñecos.
Muestren las tarjetas a los niños, pidiéndoles que las observen y cuenten lo que ven.
Conversen sobre la importancia que es para todas las personas recibir cariño y afecto. Explicar que hay muchas palabras para expresar amor y afecto. Pueden preguntar cuales son las palabras cariñosas que les dicen mama y papa y cuales son las que mas les gusta escuchar.
Juegos de monstruos
Familiarizar al niño con situaciones que les puedan producir algo de miedo.
Bolsas de papel, lana, papeles de colores, tela, un cuento donde aparezcan monstruos.
Leer el cuento y preguntar como es el monstruo.
Elaborar un collage de la cara del monstruo. Dramatizar.
Los globos
Enfrentar situaciones que los ayuden a desarrollar o fortalecer su valentía.
Globos inflados de distintos colores.
Colocar los globos en el suelo y dar la consigna: “Vamos a ver que sucede si nos sentamos encima de los globo. Sea el primero en reventar uno, destacando que fue divertido hacerlo e invitándolos a imitar la acción.
Ante esta actividad, algunos niños podrán mostrar temor, mientras otros lo harán con seguridad.
DECÁLOGO DE LA NIÑEZ
Cuando un niño pega, no quiere decir que se pelee.
Cuando un niño se tira, no quiere decir que se caiga.
Cuando un niño choca, no quiere decir que empuje.
Cuando un niño golpea, no quiere decir que lastime.
Cuando un niño se mueve, no quiere decir que sea activo.
Cuando un niño está en silencio, no quiere decir que se calle.
Cuando un niño sueña, no está distraído.
Cuando un niño se para, no quiere decir que esté quieto.
Cuando un niño está solo, no quiere decir que esté aislado.
Cuando un niño se esconde, pide una mirada suave.
Cuando un niño consiente, no quiere decir que está de acuerdo.
Cuando un niño llora, no quiere decir que esté triste.
Cuando un niño ríe, no quiere decir que está contento.
Cuando un niño se asombra, no quiere decir que esté asustado.
Cuando un niño pregunta, no quiere decir que no sepa.
Cuando un niño transgrede, no quiere decir que se equivoque.
Cuando un niño se equivoca, no es un acto de ignorancia.
Cuando el tiempo concluye, no quiere decir que el niño termina.
Cuando el niño dice que no, quiere decir que dice no.
“Decálogo de la niñez” del psicomotricista y escritor Daniel Calmels
Hasta ahora nos han enseñado que debíamos esconder o dejar a un lado las emociones. En cambio, esta teoría apunta a que,debemos conocerlas , vivirlas y desarrollarlas
No se puede trabajar en EDUCACIÓN EMOCIONAL sólo con conocimientos teóricos, es necesario ser capaces de emocionarnos, pero además expresarlo y compartir esas emociones.
Quiero animarlos e invitarlos, desde aquí, a todos los que compartimos esta profesión de educar y estimular , a que nos demos permiso para emocionaros cada día que entremos en la sala o en el aula, y a formarnos juntos para poder ayudar a nuestros alumnos en su desarrollo emocional.
ESTA SERÁ LA LLAVE DE SU FELICIDAD
FANTASTICO!
ResponderEliminarquiero felicitarte por tu trabajo. Me encantaron tus propuestas, soy docente de nivel inicial, en este momento a cargo de dirección, y quiero comenzar a capacitar a las docentes de mi institución e invitarlas a trabajar como contenido transversal la educación emocional. Me has brindado hermosas ideas y estimulo tu creatividad para que sigas elaborando propuestas tan ricas y estimulantes.
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