martes, 17 de mayo de 2011

DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO

        ¿CÓMO CONTRIBUYE LA MAMÁ EN EL DESARROLLO INTEGRAL DE SU NIÑO? 
                                                   

La madre es, sin duda, la mayor fuente de afecto y estímulo para el desarrollo integral del niño. Cuando tiene un bebé, lo arrulla, le canta, lo acaricia. Éste a su vez le responde con un gesto de bienestar, o simplemente con su mirada. Este episodio tan simple, es un eslabón más en la formación de los vínculos afectivos.
El primer año de vida es fundamental para creer o no creer en el mundo. Los niños que se sienten queridos desarrollan una percepción positiva de la vida, confían en sí mismos y en los demás, son optimistas y les acompaña siempre la idea de que sí podrán alcanzar sus sueños.

DESARROLLO DE VÍNCULOS AFECTIVOS


El vínculo afectivo se define como un lazo de afecto filial que una persona establece con otra y que se manifiesta mediante el intento de mantener un alto nivel de proximidad con quien es objeto del apego.
Los vínculos se forman desde la etapa intrauterina e inmediatamente después del nacimiento, el seno materno y el contacto piel con piel son fundamentales para su fortalecimiento.
El recién nacido pone en evidencia una serie de sistemas de comportamiento que llaman a la respuesta y cercanía materna, y que por tanto estimulan la creación de vínculos afectivos. Entre estos comportamientos están las expresiones faciales de agrado, interés, malhumor, disgusto, rechazo y la capacidad visomotora para seguir con la vista y fijar la mirada en objetos quietos o en movimiento.
Un déficit en la formación de vínculos afectivos madre-hijo durante el primer año de vida, tiene repercusiones en la organización de las funciones afectivas, perceptivas y cognitivas, siendo más afectados aquellos procesos intelectuales relacionados con el lenguaje, el pensamiento abstracto y otras funciones simbólicas.

¿Qué aspectos pueden afectar la formación de los vínculos afectivos?
En el niño, constituyen factores de riesgo el hecho de tener un temperamento difícil, prematuros y la presencia de problemas alimenticios; en la madre, los embarazos frecuentes, la edad; y en el ambiente familiar, el maltrato infantil.
Ya hacia la sexta semana de vida, el bebé mira a su madre directamente a los ojos, hecho que la hace sentirse observada, y por tanto fortalece vínculos.
Existe desde el año 1980 un interesante sistema para evaluar la calidad del vínculo afectivo, un sistema que se basa en la aparición de ciertos hitos comportamentales que surgen aproximadamente a los ocho meses de edad, como la preferencia por la compañía de los padres, la ansiedad de separación y el miedo a los extraños.
El sistema de evaluación, llamado MÉTODO DE LA SITUACIÓN EXTRAÑA, propone exponer a los niños de doce a veinticuatro meses de edad a una serie de episodios estructurados de reunión y separación, en que intervienen por un lado un extraño, y por otro su madre como figura de apego.
De un niño que mantiene un vínculo seguro con su madre se esperaría el siguiente patrón de comportamiento.

• Ansiedad y muchas veces llanto en ausencia de su madre.

• Ansiedad en presencia de un extraño.

• En los episodios de reunión con su madre, se muestra complacido ante su regreso.

• En presencia de su madre y un extraño, utiliza a ésta como "una base segura" desde la cual explorará el medio. Inicialmente mantendrá una estrecha cercanía con su madre, interacción con el extraño

Estudios sobre la calidad del vínculo afectivo madre-niño durante los primeros años de vida, sugieren que el mismo afecta el nivel de exploración que el niño tiene en su entorno; de esta manera, un niño con un vínculo seguro usará a su madre como una base segura a partir del cual explorará, conocerá y aprenderá más de su entorno.

                                                                 Laura Padrone



1 comentario:

  1. Hola !!en el segundo aniversario de mi blog preparé un regalito para vos ...Te invito a buscarlo ..
    MILLONES DE GRACIAS

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